
Gaspar Melchor de Jovellanos (Gijón, 5 de enero de 1744-Puerto de Vega, Navia, 27 de noviembre de 1811), fue un escritor, jurista y político ilustrado español.
Fue miembro de la Real Academia de la Historia (1779), de la Real Academia de San Fernando (1780) y de la Real Academia Española (1781). Las muchísimas obras de Jovellanos, a pesar de la inverosímil variedad de los asuntos que tratan, están ligadas por el constante deseo de comprender el pasado y mejorar el presente, preocupación que con frecuencia lleva a su autor a enfrentarse con los problemas de la enseñanza.
Jovellanos propone un sistema de educación pública extensible a todos los jóvenes independientemente de su condición social porque cree que una instrucción basada, primero en la moral, en la virtud y, a continuación, en una serie de materias que contribuyen a una mejor formación de los jóvenes; convirtiéndolos así en ciudadanos libres que actúan con virtuosidad, contribuyendo a una mejora de la sociedad y de ellos mismos; persiguiendo el bien público y la felicidad que es el último fin de la educación.
Jovellanos apuesta por la libertad que defiende en “Memoria sobre la educación pública”. Jovellanos es un gran defensor de una primera educación que nazca en el seno familiar. En su obra “Bases para un plan general de instrucción pública” expone que la primera enseñanza se debe de basar en el aprendizaje de la escritura y la lectura. Estas dos habilidades son muy importantes, puesto que son la base de todos los futuros conocimientos, la idea de Jovellanos es que la escritura y la lectura deben ser troncos principales de un buen e incipiente conocimiento. Para Jovellanos, el papel del intelectual debe consistir en investigar verdades útiles y ponerlas al alcance de los analfabetos.
Características de la educación jovellanista:
Jovellanos propone un sistema de educación pública extensible a todos los jóvenes independientemente de su condición social porque cree que una instrucción basada, primero en la moral, en la virtud y, a continuación, en una serie de materias que contribuyen a una mejor formación de los jóvenes; convirtiéndolos así en ciudadanos libres que actúan con virtuosidad, contribuyendo a una mejora de la sociedad y de ellos mismos; persiguiendo el bien público y la felicidad que es el último fin de la educación.
Jovellanos apuesta por la libertad que defiende en “Memoria sobre la educación pública”. Jovellanos es un gran defensor de una primera educación que nazca en el seno familiar. En su obra “Bases para un plan general de instrucción pública” expone que la primera enseñanza se debe de basar en el aprendizaje de la escritura y la lectura. Estas dos habilidades son muy importantes, puesto que son la base de todos los futuros conocimientos, la idea de Jovellanos es que la escritura y la lectura deben ser troncos principales de un buen e incipiente conocimiento. Para Jovellanos, el papel del intelectual debe consistir en investigar verdades útiles y ponerlas al alcance de los analfabetos.
Características de la educación jovellanista:
• EDUCACIÓN PÚBLICA Jovellanos reivindica la educación pública como primera fuente de la prosperidad nacional
• EDUCACIÓN UNIVERSAL Se debe impartir a todos los ciudadanos. Que no haya individuo, por pobre y desvalido que sea, que no pueda recibir fácil y gratuitamente esta instrucción. Ni que, por apartada que esté, exista aldea sin escuela.
• EDUCACIÓN CIVICA Esta dimensión del proceso educativo se orientará a la matriz de todas las virtudes cívicas, que Jovellanos denomina “amor público”. En él descansa la unidad civil, él tutela los derechos y deberes del ciudadano, y obtiene del interés particular los sacrificios que pide el interés común.
• EDUCACIÓN HUMANISTA El viraje hacia las humanidades se lo impuso la misma realidad educativa. Su propósito es cultivar las matemáticas, las ciencias naturales y la formación literaria en el currículo de estudios para los futuros técnicos que allí se preparan.
• EDUCACIÓN ESTÉTICA La imaginación tiene un espacio privilegiado en la educación jovellanista. Para iniciarse en el lenguaje de las bellas artes y de las letras es indispensable el cultivo de la imaginación. El buen gusto es educable y su educación es un objetivo explícito de la educación jovellanista.
Algo destacable de la teoría educativa de Jovellanos, es el nuevo impulso que recibe la enseñanza de las niñas, con las disposiciones del Reglamento para el establecimiento de escuelas gratuitas para niñas en Madrid (1783). La mujer, su función social y presencia decisiva en la cultura, figura en varios pasajes de las obras que nos ocupan. Jovellanos, refugiado en Sevilla mientras la nación está en guerra, reconoce la importancia de la educación de “esta preciosa mitad de la nación”. Señala que no sólo debe darse la educación doméstica de las jóvenes, sino la literaria, la moral y la civil.
• EDUCACIÓN ESTÉTICA La imaginación tiene un espacio privilegiado en la educación jovellanista. Para iniciarse en el lenguaje de las bellas artes y de las letras es indispensable el cultivo de la imaginación. El buen gusto es educable y su educación es un objetivo explícito de la educación jovellanista.
Algo destacable de la teoría educativa de Jovellanos, es el nuevo impulso que recibe la enseñanza de las niñas, con las disposiciones del Reglamento para el establecimiento de escuelas gratuitas para niñas en Madrid (1783). La mujer, su función social y presencia decisiva en la cultura, figura en varios pasajes de las obras que nos ocupan. Jovellanos, refugiado en Sevilla mientras la nación está en guerra, reconoce la importancia de la educación de “esta preciosa mitad de la nación”. Señala que no sólo debe darse la educación doméstica de las jóvenes, sino la literaria, la moral y la civil.
FUENTES:
- http://www.ibe.unesco.org/fileadmin/user_upload/archive/Publications/thinkerspdf/jovellanoss.PDF
- http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/jovellanos-y-la-educacin-0/html/fffa9866-82b1-11df-acc7002185ce6064_7.html
- http://www.ugr.es/~inveliteraria/PDF/EDUCACION%20EN%20JOVELLANOS.pdf